El protagonista de hoy es el arroz integral.

No entraré en detalle de cuáles son sus propiedades y demás, porque realmente, no está dentro del top de los súper alimentos. Podrías prescindir de él totalmente.

El aporte principal de este alimento son los hidratos de carbono. Por 100 gr de producto, 72 gr, aproximadamente, son hidratos de carbono. Así que, si estás en un proceso de control de peso, mejor será que lo elimines de tu dieta. Igual que las papas, pasta y todos aquellos tipos de hidratos de carbono complejos.

Pero como ya he hablado de los hidratos de carbono, si aún te queda alguna duda, consulta los post anteriores.

¿Qué es el arroz integral? ¿En qué se diferencia del arroz blanco?

El arroz integral es el grano de arroz descascarillado, es decir, sólo se le ha quitado la cáscara exterior. Conserva el germen íntegro con la capa de salvado que lo envuelve.

Las calorías que te aporta el arroz integral son las mismas que el arroz blanco, la única diferencia está en la fibra.

Por 100 gr, el arroz integral tiene un aporte de 2,8 gr de fibra mientras que el arroz blanco aporta entre 1 y 2 gr.

Hay también diferencia en el aporte de proteína. En 100 gr de arroz integral encuentras unos 8 gr de proteínas y en el arroz blanco entre 6-7 gr.

Pero como tampoco me quiero extender mucho más, porque no es la idea de esta publicación, voy al meollo de la cuestión.

Nutricionalmente hablando, ¿es mejor comer el arroz recién cocinado o pasadas unas horas?

Rotundamente, la respuesta es, pasadas unas horas.

Pero te voy a explicar por qué.

Cuando se habla de los hidratos de carbono del arroz, son básicamente almidón.

Ese almidón se divide en digerible y resistente.

El digerible es el que se transforma en glucosa y otros tipos de azúcar. El organismo usa lo que necesita y lo que no, lo conserva transformándolo en grasa. Por lo tanto, ¡booooommmm!, calorías para el cuerpo y por lo tanto incremento de peso.

El almidón resistente se mantiene intacto y se fermenta en el colon. Es decir, cuanto más resistente sea el almidón, menos glucosa absorberá el intestino delgado y por lo tanto el cuerpo tomará una cantidad menor de calorías. Esto mismo se puede aplicar a las papas, pasta y cualquier tipo de carbohidrato complejo.

Ahora bien, te estarás preguntando, ¿cocino el arroz y simplemente dejo pasar unas horas antes de consumirlo?

Es casi tan sencillo como eso.

El arroz una vez enfriado en la nevera, reduce su índice glucémico y actúa como prebiótico

Una vez cocinado, deja pasar al menos 12 horas antes de comerlo. ¿Cómo preparar su cocción?

Sencillo, como lo hagas habitualmente, eso sí, el agua de la cocción debe hervir. Y después de esto, enfríalo en la nevera. Deja pasar 12 horas y consúmelo “recalentado”.

Te estarás preguntando, toda esta parafernalia,…¿para qué sirve?

El beneficio principal es que, consumir el arroz de esta manera tiene efectos prebióticos en el colon, porque sirve de alimento a las bacterias del intestino grueso y favorece el mantenimiento de una microbiota saludable. Y con todo ello se consigue una protección contra la inflamación y otras enfermedades intestinales.

Cuantas más veces hagas el proceso de calentar y enfriar el arroz cocinado, más almidón resistente se crea.

Y si eso no te convence, también querrás saber que los alimentos ricos en almidón resistente son más saciantes y mejoran la absorción de algunos minerales.

Con todo lo expuesto aquí no te hagas a la idea que debes comer arroz sí o sí, como ya dije al principio, puedes prescindir de él, y más si estás en un proceso de control de peso.

Con este post solo quería que supieras que hay alimentos que es mejor comerlos cocinados después de unas horas.

Cuéntame, ¿conocías esta técnica? Te leo en los comentarios.

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