Los hidratos de carbono, carbohidratos o glúcidos son moléculas formadas por carbono, hidrógeno y oxígeno (C,H,O). Tradicionalmente se les ha llamado hidratos de carbono porque el oxígeno y el hidrógeno se encuentran en ellos en la misma proporción que en el agua, esto es, dos moléculas de hidrógeno por una de oxígeno. Aunque químicamente es un nombre que lleva a error, puesto que sus características no tienen nada que ver con unas moléculas de carbono asociadas con agua.

La clasificación de los hidratos de carbono, a partir de ahora HC, puede ser diferente si se hace desde un punto nutricional o químico.

Para intentar hacerlo de una forma sencilla, usaré la clasificación desde el punto de vista químico.

HC SIMPLES

Son los monosacáridos y los disacáridos, de sabor dulce y de rápida absorción intestinal.

MONOSACÁRIDOS: los más conocidos son la glucosa y la fructosa.

DISACÁRIDOS: los más conocidos son la lactosa, galactosa, sacarosa.

HC COMPLEJOS

También llamados polisacáridos, de sabor escasamente dulce de absorción intestinal lenta. Los más conocidos son el almidón y el glucógeno.

Desde hace algún tiempo, la clasificación que se está usando, para entender por qué unos HC son más beneficiosos que otros, es distinguirlos según su carga glucémica.

La carga glucémica de un alimento relaciona la cantidad de HC que posee por ración con el impacto que provoca en los niveles de glucosa tras ingerir dicha cantidad. Por lo tanto, atendiendo a este criterio, los HC pueden clasificarse en: alto, moderado y bajo índice glucémico.

Los HC que nos deben preocupar son los que aportan un alto índice glucémico porque generan un mayor incremento de la glucosa en sangre. Tener la glucosa dando vueltas por el torrente sanguíneo no es buena idea. De hecho, mantener unos niveles de glucosa en sangre muy elevados durante un periodo de tiempo es la vía para acabar sufriendo diabetes tipo 2.

También hay que tener en cuenta que si en lugar de beberte un jugo de naranja te tomas la pieza entera, tendrá menor índice glucémico.

Igualmente el tiempo de cocción afecta a la carga glucémica. Siempre se ha dicho que la pasta debe cocinarse “al dente” ya que así tendrá menor carga glucémica.

¿Conocías la clasificación de los alimentos según su carga glucémica? ¿Te ha parecido útil y fácil de poner en práctica?.

Te leo en los comentarios.

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