El concepto de calidad de vida lleva en nuestra civilización desde tiempos remotos, los filósofos ya hablaban de ella directamente o a través de otros conceptos relacionados como la felicidad o el bienestar.

En la década de los ochenta el término se asienta y se expande, siendo objeto de definición e investigación por diferentes autores desde diferentes ámbitos.

No existe una definición única de calidad de vida, pero sí existen algunas coincidencias en las diferentes definiciones como pueden ser: estar relacionado con un fenómeno psicológico basado en los niveles de aspiraciones, expectativas, grupos o personas de referencia, necesidades personales, escala de valores y nivel de equidad entre otros.

La OMS define la calidad de vida como la percepción del individuo sobre su posición en la vida dentro del contexto cultural y el sistema de valores en el que se vive y con respecto a sus metas, expectativas, normas y preocupaciones.

Es un concepto multidimensional y complejo que incluye aspectos personales como salud, autonomía, independencia, satisfacción con la vida y aspectos ambientales como redes de apoyo y servicios sociales, entre otros.

No es el mismo concepto de calidad de vida para una persona que no llega a fin de mes
que para una persona que tiene esas necesidades cubiertas. Pero una cosa está clara,
cuanto mayor equilibrio y desarrollo haya dentro de los estándares individuales, mayor
calidad de vida percibiremos.

La calidad de vida se trata de un conjunto de puntos y acciones que nos encaminan al
tipo de vida que nos gustaría tener y que genera en nosotros una estabilidad.

¿Te has preguntado cómo es tu calidad de vida y la mejor forma de medirla?
Los indicadores para medir la calidad de vida son objetivos y subjetivos, ambos buscan
que alcances la satisfacción, es decir, un estado de ánimo positivo en cada nivel de tu
vida.

Las perspectivas culturales, valores, expectativas personales y metas de lo que
queremos de la vida, son parte de los indicadores.
Los indicadores objetivos son todos aquellos que puedes medir con facilidad y los
indicadores subjetivos son aquellos que no son tan fáciles de medir. La subjetividad está
sujeta a las percepciones, por lo que varían de persona a persona.
Por ejemplo, a una persona le puede dar mucho bienestar, tomarse un café teniendo una
buena charla con un/a amigo/a y para otra persona el bienestar viene por tener un viaje.
Se tratan de diferentes enfoques.

Uno de los aspectos con los que más habitualmente se relaciona la calidad de vida es
con el bienestar.
El bienestar se define como un proceso activo de toma de consciencia y toma de
decisiones hacia una vida saludable y satisfactoria. Los tipos de bienestar que están
unidos a la calidad de vida son: emocional, financiero, material, desarrollo personal,
social y físico.
En este lugar, tiene sentido hablar de bienestar físico que es aquel que tiene como
objetivo el cuidado del cuerpo para tener salud y un funcionamiento óptimo. Ello se
consigue teniendo una buena alimentación y una adecuada actividad física.
Cuando se habla de calidad de vida es necesario tocar el tema de la salud, pues es un
elemento importante en el ciclo de vida del ser humano.

Existen diferentes tipos de salud: física, mental, sexual, social, pública, ambiental,
económica, familiar, laboral, religiosa
La salud física es la que se refiere al bienestar del cuerpo y a su buen funcionamiento.
Para tener una buena salud física es importante nutrir correctamente al cuerpo y hacer
actividades para ejercitarlo.


¿Ya lo haces? Te leo en los comentarios.

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