Dice Sun Tzu en su libro “El arte de la guerra” que la mejor victoria es vencer sin combatir.

Si trasladamos esta máxima a nuestro organismo, podemos afirmar que cuando el sistema defensivo es muy potente, hay luchas y victorias contra agentes patógenos que no vamos ni a percibir, porque nuestras defensas están tan fuertes que cortarán de raíz cualquier intento de ataque.

Existe una relación directa entre la alimentación, nutrición, hábitos de comportamiento y el sistema inmunológico para saber como tenerlo fuerte y preparado para combatir cualquier amenaza externa.

En otras publicaciones ya te hablé y compartí información más teórica en relación al sistema inmune. Te hablé de la inmunidad innata y adquirida, cada una de ellas se ocupa de tener nuestras defensas preparadas y fuertes para estar listas ante un “ataque”.

¿Quieres tener unas defensas potentes y preparadas para ganar cualquier batalla? No es tan difícil, siempre y cuando mantengas unos hábitos adecuados y en equilibrio.

Las defensas tienen que estar entrenadas porque en cualquier momento un agente externo puede entrar y atacar nuestro organismo. ¿tus defensas están preparadas?.

Son muchas las cosas que puedes, o mejor dicho, debes hacer para que tus defensas estén preparadas: dormir bien, no beber alcohol, etc; pero hay una que es clave y la base de todas ellas, y es la alimentación.

La alimentación ayuda a activar el sistema defensivo. La vitamina C actúa como preparador físico para entrenar nuestras defensas. ¿sabes qué alimentos tienen más vitamina C?

Hay otra vitamina fundamental, la D. La puedes encontrar en la leche, huevo, pescado azul, y es fundamental tomar el sol- 15-20 minutos al día.

Las personas con vitamina D baja, son más propensas a contraer infecciones e incluso tener una peor recuperación ante ellas.

La vitamina D es de vital importancia, y en  general hay una alta carencia en la población. Es tan importante que es inmunoreguladora, es la que dirige el sistema inmune como un director de orquesta.

Existen otros nutrientes que hay que tener en cuenta, igual de importantes, ellos son los ácidos grasos Omega 3  que los puedes encontrar en:nueces, almendras, pasas, frutas desecadas.

Un sistema inmunológico fuerte no significa que nunca nos enfermaremos, pero sí nos ayuda a reducir la gravedad de los síntomas y evitar complicaciones.

En próximas publicaciones, te comentaré cuáles son los mejores alimentos para estimular el sistema inmunológico.

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