Que las verduras son un alimento sano, no hay duda. Son una fuente, no sólo de hidratos de carbono y fibra, sino también de vitaminas y minerales.

Existe la creencia que las verduras “frescas” son mejores que las congeladas. Podríamos decir que así es, pero con matices.

Si tienes tu propia huerta y recolectas tus verduras sobre la marcha, según las vas a consumir; no hay duda, es mejor opción que consumirlas congeladas.

Pero si no eres de esas personas afortunadas, déjame que te diga que la verdura que compras como fresca, por el camino, ha perdido bastante frescor.

El proceso de recolección empieza con el agricultor, que si vende directamente al supermercado donde vas a comprar, se evitan intermediarios y por lo tanto, también se evita perder cierta frescura de la verdura.

Pero no suele ser el caso. Esa verdura del agricultor va a una cooperativa que vende al intermediario y éste lo vende al supermercado o gran superficie. Y además, esa verdura puede estar esperando a que la compren, varios días, ahí, tristemente en el expositor. La compras y cuando la vayas a consumir, imagínate a cuánto llega la suma de días de espera. ¡Muchos!

En el proceso han pasado varios días, y por cada día que pase, la verdura pierde un 20% de su contenido en vitamina C. Así que, ¿esa verdura está igual de fresca que el primer día?

Sin embargo, la congelación realizada de la forma adecuada, implica pocas o casi ninguna pérdida de propiedades y nutrientes.

Si la verdura  es cruda y congelada muy próximo al momento de la recolección, mantendrá todas sus nutrientes intactos.

Las verduras congeladas suelen ser cosechadas y recolectadas en el punto óptimo de madurez y congeladas inmediatamente. En este proceso se pierden muy pocos nutrientes.

Eso sí, no confundas verdura congelada, sólo verdura congelada, con preparados a base de verduras congeladas.

Como siempre, debes saber leer la composición de los alimentos.

Pero, no es lo mismo congelar mediante un proceso industrial, que congelar nosotros mismos las verduras. La congelación casera siempre va a dar como resultado una peor calidad en los productos. Es sencillo, en casa no tenemos congeladores que disminuyan la temperatura (-40 grados centígrados o -50 grados centígrados) en cuestión de segundos que es lo que garantiza una menor pérdida de nutrientes.

De todos modos, si finalmente optas por congelar alguna verdura porque piensas que no la consumirás en varios días, debes lavarla y secarla muy bien.

Pero, ¿cualquier verdura se puede congelar?

Toda, toda,…no. No todas soportan bien la congelación. La lechuga, el tomate, el pepino, perderían su estructura y quedarían “babosos” ya que en gran mayoría tienen agua.

Las mejores verduras para congelar son aquellas verduras con menor contenido en agua: judías verdes, coliflor, brócoli, zanahoria, espinacas, guisantes y maíz.

Las verduras ricas en vitamina C es mejor comprarlas directamente congeladas

Por lo tanto, lo ideal es comprar directamente al productor verduras de temporada. Si no puedes, es mejor que la consumas congelada.